martes, 21 de octubre de 2025

Proyectos de base tecnológica que se destacaron en el concurso IB50K del Instituto Balseiro impulsan Científicos del CONICET

 

De la ceremonia de premiación participaron integrantes de la comunidad científica, académica, empresas e instituciones patrocinantes. Gentileza: IB / Fotógrafa: Verónica Manzanares.

Científicos del CONICET impulsan proyectos de base tecnológica que se destacaron en el concurso IB50K del Instituto Balseiro

En la edición 15° de este certamen de planes de negocio fueron reconocidos equipos tecnoemprendedores con participación y liderazgo de integrantes del organismo, que obtuvieron el 1er. y 2do. premio, así como el premio especial del CONICET de Enfoque Transdisciplinario en Innovación Tecnológica. 

También las diversas iniciativas lograron premios especiales.

La jornada de premiación del IB50K 2025 fue desarrollada en el Instituto Balseiro, institución dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo

Allí, se entregaron los premios y menciones especiales en la 15° edición de este concurso que fomenta la creación de Empresas de Base Tecnológica en Argentina, mediante la convocatoria a jóvenes a presentar planes de negocios que se enmarcan en el desarrollo tecnológico-industrial, la transferencia y la innovación.

El primer premio fue otorgado al proyecto Calíape que a través de una aplicación móvil utiliza Inteligencia Artificial para reconectar al médico con el paciente. 

El segundo premio del IB50K y premio especial del CONICET fue entregado a Bio H41 que presentó un innovador activo cosmético natural inspirado en levaduras patagónicas; y el tercer premio a Odycell Nanotherapies que desarrolla terapias celulares de nueva generación para tumores sólidos con nanotecnología e inmunoterapia.

Integrantes de Calíape ganadores del 1er. Premio IB50K. Gentileza: IB / Fotógrafa: Verónica Manzanares.

El proyecto premiado Calíape transcribe consultas médicas, genera historias clínicas precisas y envía indicaciones claras al paciente. 

“Nosotros decidimos usar el método científico en el abordaje de la solución que proponemos. 

Las IA generativas son programas de computadora de tal complejidad que recién se los está empezando a comprender, con estudios desde una variedad de disciplinas. 

Nuestro proyecto usa una serie de IA generativas, cuyo comportamiento debe ser validado en el consultorio médico a partir de métricas precisas, determinadas en condiciones conocidas y reproducibles”, expresó Flavio Colavecchia investigador del CONICET, del Centro Atómico Bariloche, en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

Y añadió: “En nuestro caso usamos la estadística, el análisis de señales, y metodologías del procesamiento del lenguaje natural para estudiar el flujo de información que va a manejar nuestra aplicación. 

Esta etapa de validación científica es fundamental para asegurar el éxito en el uso de Calíape”.

A su vez, Colavecchia, experto y mentor en Calíape, explica que distintos tipos de IA se utilizan en la vida cotidiana, y la salud no es ajena a este cambio de paradigma, “en la actualidad en el sector salud vemos IA específicas, sobre todo en el área de diagnóstico por imágenes. 

Por ejemplo, en Fundación Intecnus estamos trabajando con IA específicas para la determinación de densidad mamaria en mamografías, el cálculo de magnitudes clínicas relevantes a partir de resonancias magnéticas cardíacas, e incluso, sistemas de asistencia a la planificación de tratamientos en Radioterapia. 

El uso de IA generativas es todavía incipiente, pero sin duda va a marcar un antes y u después en la adquisición y gestión de datos médicos”.

Sobre el reconocimiento especial del CONICET de Enfoque Transdisciplinario en Innovación Tecnológica María Celeste Ratto, directora del CONICET Patagonia Norte, destacó: 

“Para el CONICET es muy importante apoyar esta iniciativa del Instituto Balseiro que hace tantos años viene incentivando la innovación. 

Gran parte de los proyectos está integrado por personal del CONICET lo que muestra nuestro compromiso con el desarrollo de soluciones a los problemas y desafíos de nuestra sociedad”. 

Asimismo, Ratto destacó que “este año nuestro premio estuvo dirigido a los mejores proyectos que mostraran enfoque interdisciplinarios a fin de fortalecer una visión de la ciencia colaborativa y multidisciplinar”.

Bio H41 al momento de recibir el 2do. Premio del IB50K. Gentileza: IB / Fotógrafa: Verónica Manzanares.

Bio H41, proyecto ganador de este premio especial y del 2do. premio del certamen, se trata de una startup que desarrolla ingredientes cosméticos innovadores a partir de levaduras patagónicas. 

Es una alternativa biotecnológica y sustentable para la industria cosmética global basada en la fermentación de precisión para activos con propiedades antioxidantes y fotoprotectoras con un enfoque que se centra en los bioprocesos sostenibles de bajo impacto ambiental.

“En este premio hay gran relevancia del CONICET. 

En nuestro equipo hay investigadores que hace más de 20 años pertenecen al organismo y han estudiado durante mucho tiempo. 

Es importante el premio de una institución tan reconocida para validar toda esa investigación”, expresó Matías Altilio, líder de Bioprocesos y Operaciones de Bio H41

Y resaltó el impacto y la cadena de valor que genera la sinergia entre el CONICET y la industria privada.

Con visión a futuro Altilio aseguró que “en el corto plazo pensamos concretar nuestras primeras ventas en el mercado local y validar comercialmente nuestro producto. 

A 10 o 15 años proyectamos contar con una planta propia de producción”. 

Y agregó: “Soy fermentadorista y es un sueño que compartimos tener nuestra planta para cultivar los grandes microorganismos y captar el mercado global. 

Matías Altilio de Bio H41 junto a María Celeste Ratto directora del CONICET Patagonia Norte quien entregó el premio especial del CONICET.

Pero no solo eso sino también generar fuentes de trabajo para la economía local y para el sistema científico, necesitamos más industria privada para reinvertir en ciencia”. 

Del equipo forman parten los especialistas del IPATEC (CONICET-UNCo) Diego Libkind como responsable de vinculación y asesor científico, Martín Moliné responsable de I+D, y Nazarena Ansaldi, investigadora I+D.

Además, entre los equipos finalistas se presentaron proyectos con participación de especialistas del Consejo que buscan soluciones innovadoras con impacto económico, social y en salud, que fueron distinguidos con premios especiales brindados por distintos patrocinadores del IB50K.

Entre ellos se encuentran Circa Therapeutics, una start up biotecnológica que desarrolla fármacos innovadores para cánceres raros sin opciones terapéuticas; H2Hydra que desarrolla una plataforma de software especializado en el diseño y evaluación tecno-económica de proyectos de hidrógeno verde; InTest.Ar un test domiciliario, no invasivo y multibiomarcador que permite detectar de forma temprana lesiones precursoras de cáncer colorrectal, y Scargoth de construcción de hábitats modulares inteligentes, ultraeficientes y desmontables.

CONICET

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viernes, 3 de octubre de 2025

Microbiología Agrícola y Ambiental VI Congreso Argentino

 

 El CONICET formó parte del VI Congreso Argentino de Microbiología Agrícola y Ambiental

El encuentro, celebrado en la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires, contó con la participación de numerosos expertos, que disertaron sobre los avances en el campo de la microbiología agrícola y ambiental y su contribución para un desarrollo sustentable. 

Del evento, además de investigadores del Consejo, participaron empresas de base tecnológica impulsadas desde el organismo.

Entre el 24 y el 26 de septiembre se llevó a cabo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el VI Congreso Argentino de Microbiología Agrícola y Ambiental (VI CAMAyA 2025), organizado por la División Microbiología Agrícola y Ambiental de la Asociación Argentina de Microbiología (AAM), en el marco de su 20° aniversario. 

Del encuentro, celebrado bajo el lema “Del ambiente a la aplicación: microorganismos para el desarrollo sustentable”, participaron numerosos investigadores del CONICET y de otras instituciones académicas, tanto nacionales como internacionales, quienes disertaron sobre los últimos avances científicos y tecnológicos en el campo de la microbiología aplicada. 

Asimismo, contó con el financiamiento del Consejo a través del programa para la organización de Reuniones Científicas y Tecnológicas. 

Los ejes centrales fueron el rol de los microorganismos en la bioeconomía y la producción sustentable; el potencial de la biodiversidad microbiana como recurso para enfrentar desafíos ambientales; y el papel de la microbiología básica y aplicada en el marco del enfoque “Una Salud”.

“El CAMAyA es un evento que tiene una amplia trayectoria y cuenta con la participación de investigadores de todo el país. 

Cada congreso tiene una impronta particular, pero siempre está vinculado al desarrollo y al favorecimiento de la agricultura sustentable”, afirma la Dra.  Inés García de Salamone, Presidente de la Comisión Organizadora del VI CAMAyA y profesora asociada de la cátedra de Microbiología de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA).

Durante tres jornadas de trabajo se compartieron avances en investigación básica y aplicada sobre microbiología en sistemas agrícolas, ambientales y biotecnológicos. 

El encuentro se consolidó como un espacio de intercambio para científicos, profesionales y startups biotecnológicas interesadas en promover soluciones innovadoras y sostenibles.

Conferencias plenarias, mesas redondas y espacios de difusión

De las seis conferencias plenarias que se presentaron a lo largo del congreso, cuatro estuvieron a cargo de científicos del CONICET: la Dra. Natalia Gottig Schor, del Instituto Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET-UNR), disertó sobre la biorremediación y biodetección de metales en aguas a través de bacterias ambientales; el Dr. Guillermo Maroniche, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata, expuso sobre el impacto de los biofilms mutiespecie en la agricultura; la Dra. Roxana Medina, del Centro Referencia para Lactobacilos (CERELA, CONICET), habló sobre el uso de bacterias lácticas como inoculantes de ensilaje, mientras la Dra. Elena Orellano, del IBR y de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario, disertó sobre Ralstonia solanacearum: de la vida en el suelo a la interacción con la planta hospedadora. 

Las otras dos conferencias fueron presentadas por el Dr. Ramón Batista, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (México) y el Dr. Nicolás Rascován, de la Université Paris Cité (Francia).

El CONICET también estuvo presente en las diez mesas redondas con la participación de científicos como oradores y moderadores. 

También, en los espacios de difusión, como el espacio de la Red de Control de Calidad de Inoculantes (REDCAI, AAM), del cual participaron las cámaras empresarias de bioinsumos, y el espacio de la Revista Argentina de Microbiología de la AAM, la cual es Open Access y tiene un factor de impacto de 2,1 (2024).

En relación a las temáticas abordadas durante los tres días que duró el congreso, el Dr. Diego Sauka, Vicepresidente de la Comisión Organizadora del VI CAMAyA e investigador del CONICET en el Instituto de Agrobiotecnología y Biología Molecular (G.V. IMYZA al IABIMO, CONICET-INTA), afirma: 

“Si uno tiene en cuenta que el lema de nuestro congreso hace referencia al camino que va desde el ambiente a la aplicación, al mirar el programa se confirma que en este evento están reflejadas todas las fases de ese recorrido: desde el aislamiento de un microorganismo del ambiente hasta llegar a la formación de una empresa de base tecnológica”.

De la investigación a la creación de empresas de base tecnológica

El viernes 26 por la mañana tuvo lugar la mesa redonda “Oportunidades de la microbiología agrícola y ambiental para la creación de empresas de base tecnológica. Impacto de las aceleradoras”, en la que representantes de diferentes empresas de base tecnológicas (EBT), vinculadas a científicos del CONICET, expusieron los avances en sus respectivos proyectos. De la mesa, moderada por la Dra. García de Salamone, también participaron Matías Peire, de la incubadora GRIDX; Agustín Bramanti, de la aceleradora SF500; y el investigador del CONICET Dr. Hugo Menzella, director del Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos de Rosario (IPROBYQ, CONICET-UNR), un instituto de investigación desde el que se busca impulsar la creación de empresas de base tecnológica.

En representación de las EBT, expusieron, por Taxon Bioinformatics Solution, el Dr. Martín Espariz, investigador del CONICET en la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario; por Qumir Nano, la Dra. Cintia Romero, investigadora del Consejo en la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (PROIMI, CONICET); por M4Life, el Dr. Conrado Adler, científico del CONICET en el Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (INSIBIO, CONICET-UNT); mientras que por UNIBAIO y Puna Bio, hablaron respectivamente las ex investigadoras del Consejo las Dras. Claudia Casalongue y María Eugenia Farías.

“La mesa es un ejemplo de cómo la microbiología agrícola y ambiental se puede conectar con la producción de empresas de base tecnológica, y un bosquejo de todo el camino que hay que recorrer. 

En este sentido, me parece que es importante mostrarles a los investigadores y a los becarios que hay caminos para que el conocimiento y los recursos que generan se puedan aplicar. 

Es importante destacar, que este tipo de vinculaciones son importantes no sólo para CONICET, sino también para las universidades, los institutos de investigación y otros organismos, como el INTA”, afirmó la Dra. García de Salamone.

Las exposiciones y el debate giraron en torno al desafío de transformar el conocimiento científico en soluciones, productos y herramientas concretas para el agro, destacando el rol de los consorcios microbianos y los bioinsumos como alternativas sostenibles para mejorar la fertilidad de los suelos y potenciar la producción de forma sustentable.

La Secretaria General del VI CAMAyA, la Dra. Luciana Di Salvo, investigadora del CONICET y docente de la cátedra de Microbiología Agrícola de la FAUBA, destacó lo importante que resulta que los distintos actores que integran el medio productivo agrícola y ambiental se articulen en pos de un objetivo común. 

En este sentido, destacó el amplio respaldo que recibió el VI CAMAyA, tanto de instituciones y organismos académicos, como del sector privado: 

“Este congreso contó con el auspicio y la participación de cerca de treinta instituciones y tuvo el apoyo de dieciséis patrocinadores, lo que demuestra el interés de los diferentes actores, tanto de las empresas como del ámbito académico, que hay actualmente sobre esta área de conocimiento”.

CONICET

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